En este año 2018 finalizarán los actos del X Aniversario de
la Amargura. Comenzaban, recordemos, en un teatro Jofre lleno hasta la bandera,
que presenciaba como Banda Ferrol, Banda Naval de Viveiro, Virgen de la vega de
Salamanca y nosotros mismo poníamos durante casi tres horas nuestra música
sobre el escenario y ante ese Ferrol nos hermanábamos con nuestros amigos
salmantinos.
Tras haber promovido un año más el llamador, junto con
nuestros amigos de Bajo Tu banzo, presentar nuestro nuevo banderín en Ares, en
lo que siempre consideramos nuestra casa y abrir nuestra exposición en sábado de
pasión que pretende dar un repaso a lo que han sido nuestro bagaje, ayer, domingo
de Ramos nos llegaba por sorpresa lo que posiblemente sea un broche de oro a
nuestros actos.
Como de costumbre entraríamos en la plaza detrás de San Juan
y delante de la Burriquita para detenernos y asistir a la predicación y
bendición de los ramos. Sin embargo, por parte de la junta de la cofradía de
Jesús Nazareno y Soledad de Nuestra Señora se nos pedía que la formación al
parar se separase dejando un pasillo en medio. Poco imaginábamos que tras
acabar la bendición y desde el balcón, poniendo a los vecinos de Ares como
testigos se llamaba al banderín para la imposición de una corbata. Emocionados pudimos
ver como el presidente de la hermandad salía de debajo del paso del Señor para anudarlo. No tardaríamos ya mucho más en oír
la lectura del acta de la junta de la cofradía que explicaba que era esa
corbata: el nombramiento como cofrades de honor de la Cofradía de Jesús Nazareno
y Soledad de Nuestra Señora.
Cuando estrenamos el banderín, decidimos que salvo causa extraordinaria
no luciría ninguna de las siete medallas que tiene concedidas la agrupación y
sólo llevaría el lazo que acredita que somos cofrades de honor de la humildad y
el de la dotación de caballeros portadores de San Juan Evangelista en Semana
Santa. La macolla de la moharra se va quedando pequeña nuevamente.
A la Villa de Ares y de forma particular y muy especial, a
la Cofradía de Jesús Nazareno y Soledad de nuestra Señora, sólo podemos darles
las gracias.
Gracias por sus atenciones.
Gracias por su confianza
Gracias por el trato de cariño que siempre demuestran hacia
la Amargura
Gracias por apostar por nosotros cuando las cosas no iban
bien.
Gracias por cuidarnos y por querernos tanto
Simple y eternamente:
GRACIAS
Feliz sexagésimo aniversario hermanos.
VA
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