El domingo de Ramos, tras haber recogido a San Juan en esa plaza de Amboage atestada, emprenderemos el camino a casa. Si, a lo que podemos llamar casa como se empeñan en demostrar las insignias de la Cofradía de Jesús Nazareno y Soledad de Nuestra Señora de Ares.
Un año más nos volveremos a colocar entre San Juan y el Galileo que entra en la Villa a lomos de un pollino. Sesenta años cumple la cofradía y nosotros diez años con ellos u once semanas santas, como se quiera contabilizar.
Volvemos a la villa con la misma ilusión que si fuera la primera vez. Estamos en casa.
Domingo de Ramos en Ares
VA
No hay comentarios:
Publicar un comentario